Lento Rodríguez estrena ‘Simón Salguero’: La transformación constante como filosofía

El proyecto Lento Rodríguez, encabezado por Gustavo Rizo-Patrón, se ha caracterizado por entender que sobrevivir en el circuito independiente exige una mezcla de convicción y flexibilidad. Su nuevo álbum, Simón Salguero, se presenta como la prueba más contundente de esta filosofía de transformación constante. El trabajo rompe con la densidad expansiva de su álbum debut, New New Wave (2024), y desvía la brújula hacia una dirección completamente diferente. Para quienes conocieron al artista en su etapa anterior, definida por una estética anglosajona, fría, con texturas densas del New Wave y letras en inglés, este nuevo álbum representa una reorientación completa de su código previo.
La esencia de Lento Rodríguez radica en su disposición a mutar, a aprender de cada etapa sin aferrarse a fórmulas que ya funcionaron. Con Simón Salguero, el proyecto ha desmantelado códigos anteriores, adoptando una fase creativa cantada en español y abierta al intercambio. Esta evolución no sucede por azar; responde a un plan trazado con paciencia, una disciplina que concibe la música como un proceso que madura con el tiempo. El músico peruano elige moverse, sabiendo que la música, para mantenerse viva, necesita atravesar mutaciones y abrazar nuevas posibilidades. Este álbum es un testimonio de riesgo creativo y una búsqueda constante de nuevos caminos estéticos.
El sonido logrado en colaboración con el productor Tweety González potencia esta búsqueda de renovación. La producción detalla, la escritura se vuelve menos literal y se adopta una disposición clara hacia el trabajo compartido con músicos como Mariana Michi y Martín Rodríguez “Tuten Mapu”. Esta apertura al otro se convierte en la vía más poderosa de renovación para el proyecto. El resultado final revela que el cambio se percibe en los matices y en las texturas que emergen; sin embargo, la identidad se mantiene, lo cual siempre resulta difícil de lograr. El hilo conductor del disco es su propia cualidad de ser maleable y permeable.
En tiempos donde la industria discográfica a menudo intenta simplificar los gestos alternativos, Lento Rodríguez recuerda que la independencia va más allá de un estado de producción; se constituye como una forma de pensar. Simón Salguero se suma a la discografía del músico como una obra de valor que rechaza el estatismo. Al llevar a cabo esta profunda reorientación sonora, Gustavo Rizo-Patrón consolida su proyecto como una de las propuestas más inquietas y en movimiento de la escena indie. El álbum se siente como la afirmación de una madurez artística que se logra mediante la experimentación continua.
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